Papel reciclado y papel ecológico, ¿sostenibles o ficción aceptada?

Deja un comentario / Por Sergio Pons López y Pablo J. Castellanos Compaña / Sevilla, 5/11/2024

La elección entre papel reciclado y papel normal no solo se reduce al coste o a la calidad, sino que también tiene implicaciones ambientales y económicas merecen ser analizadas con detenimiento. Cada papel influye en mayor menor medida en el impacto en el medio ambiente. En este análisis, compararemos estos tipos de papel para así entender cuál es la mejor opción en términos sostenibles.


Para conocer cómo surgió la idea de dar una segunda vida al papel hay que remontarse al año 1301 en Japón, la escasez de fibras vegetales provocó que los japoneses achacasen el papel usado con el objetivo de conseguir una nueva pulpa que permitiese generar un papel reciclado. El color de ese papel sería gris, ya que el papel que se utilizaba estaba ya teñido por la tinta.

En 1690, en Germantown, Filadelfia (EE. UU.), el fabricante de papel William Rittenhouse construyó la primera planta de reciclaje de papel del Nuevo Mundo, solo dos años después de que se establecieran las primeras plantas de este tipo en Inglaterra. Sin embargo, fue el fabricante de papel inglés Matthias Koops quien, en 1800, patentó un innovador proceso para extraer la tinta del papel y convertirlo en pulpa, lo que permitió obtener papel reciclado de alta calidad a partir de material usado.


Veamos a continuación los dos tipos de papel que vamos a tratar en esta noticia.

Uso de papel normal

El uso del papel convencional no para de crecer y supone un 4% del PIB industrial del planeta en la economía mundial. Este crecimiento se debe principalmente a las características que lo diferencian de otros tipos de papel, como son la calidad y el lento desgaste. El papel convencional presenta una superficie uniforme y consistente, que permite una mejor impresión de imágenes y textos; por otra parte, este suele ser más duradero, puesto que las fibras de celulosa tienden a desgastarse cada vez que pasa por el proceso de reciclaje.


No obstante, el impacto medioambiental del papel es muy grave, siendo una de las actividades industriales que más contaminan en la actualidad, contribuyendo de manera importante a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, así como a la contaminación del agua, generación de residuos, deforestación y contaminación del aire; por cada kilogramo de papel se emiten al aire 3,3 kg de CO2 así como metano, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre los cuales contribuyen al calentamiento global.


Para la fabricación del papel es necesario conseguir fibra virgen a partir de madera, lo que supone una amplia deforestación; posteriormente se elabora la pasta que se extrae mediante un proceso químico altamente contaminante, estas pastas han de diluirse con 100 veces su peso en agua, la cual se prensa luego para reducir su volumen. Por último las láminas se secan en rodillos a 100oC.

Uso de papel reciclado

El uso de papel reciclado nos proporciona grandes ventajas con respecto al uso del papel normal, empezando por el ahorro de recursos naturales muy valiosos. Uno de las más evidentes es la reducción de tala de árboles, ya que al tratarse de un papel reciclado, se aprovechan las fibras de papel que han sido utilizadas con anterioridad reciclado por lo que proviene de otros papeles que han sido previamente usados, cada tonelada de papel que se recicla evita que se talen alrededor de 3,14 toneladas de árboles. Este no es el único recurso natural que se ve afectado, también beneficia a todas los animales que viven en los bosques que normalmente se ven afectados por la tala constante de árboles.

Otro de los recursos que se ve considerablemente reducido es el uso del agua (entorno a un ahorro del 50%). Este ahorro se logra gracias a que el reciclaje no requiere los mismos procesos intensivos de tratamiento y blanqueo de pulpa virgen que el papel nuevo.


El impacto del papel reciclado también llega a otros ámbitos, no solo en el ahorro de los recursos naturales, sino que también se produce un considerable ahorro energético. Algunas fuentes hablan de que las empresas que fabrican este tipo de papel tienen en torno a un 80% de ahorro energético.

Además, al reciclar papel usado y reincorporar al ciclo de producción, se reduce considerablemente la cantidad de desechos de papel y residuos que terminan en vertederos, donde pueden tardar años en descomponerse. Esto ayuda especialmente a los lugares donde la capacidad de los vertederos está casi al límite.

Por último, destacar la existencia del papel ecológico, que conlleva un proceso diferente al del papel reciclado, mientras el último nace de papeles ya usados previamente mientras que el papel ecológico nace de distintas fibras vírgenes, como el cáñamo o bambú, con las que se crea la pasta de papel. Los químicos usados para conseguir el papel reciclado son más fuertes y dañinos que los usados en el papel ecológico, aunque siguen siendo muchísimo más beneficiosos para el medio ambiente que los del papel convencional.

Aquí un vídeo del proceso de reciclaje del papel para realizar papel reciclado:

Para concluir, si bien ambos tipos de papel tienen ventajas, el papel reciclado se destaca como la mejor opción desde una perspectiva ecológica. Aunque el papel normal ofrece ciertos beneficios en cuanto a calidad y durabilidad, el impacto ambiental negativo que genera y la presión que ejerce sobre los recursos naturales lo hacen menos favorable. La elección dependerá del uso final que le de cada persona pero nuestra recomendación es hacer uso del papel reciclado, y si puede ser, del papel ecológico.

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